Nuestro compañero; nuestro Cliente inmediato.

Un error muy común es pensar que tu equipo de trabajo es el que se encuentra dentro de tu área funcional. O peor aun, dentro de las áreas técnicas.

Es muy normal hacer esperar a los demás equipos y encolar el trabajo. Y esto es un gran error, ya que así perdemos todos.

Nuestro Cliente inmediato no es la empresa para la que trabajamos. No es la empresa que pone el dinero para el proyecto en el que estamos. No son los directivos corporativos. Nuestro Cliente inmediato son los compañeros que nos hacen las peticiones de trabajo. 

A estas alturas es evidente, o debería serlo, que nuestro equipo de trabajo es el que reúne a todas las personas que trabajan, interactúan, dependen, gestionan y dirigen nuestro trabajo. En definitiva hablamos de los compañeros, proveedores y Cliente final.

El éxito de un trabajo de cara al Cliente no depende de personas, sino de un gran equipo que interactúa para hacerlo posible.

La forma de hacerlo no es un secreto, más bien es vox pópuli: formación y cultura dentro de una guía de buenas practicas, puesta en funcionamiento por buenos gestores.